Firma de Discriminación por Raza Sirviendo al Condado Miami-Dade y Áreas Adyacentes
La discriminación racial en el lugar de trabajo ocurre cuando un empleador trata a los solicitantes o empleados de manera diferente o menos favorable debido a su raza. Hay leyes federales, estatales y locales que prohíben este tipo de discriminación. Bajo la ley federal, Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 (“Título VII”), y bajo la ley estatal, la Ley de Derechos Civiles del estado de la Florida (“FCRA”), que se aplican a los empleadores con 15 o más empleados, los empleadores no pueden discriminar a los solicitantes o empleados debido a su raza. Bajo las leyes locales en el condado de Miami-Dade, por ejemplo, se aplican protecciones similares en el caso de empleadores que tienen 5 o más empleados.
Además, 42 U.S.C. 1981 (“Sección 1981”), ofrece protección contra la discriminación racial, pero no requiere que un empleado o solicitante pase por el proceso administrativo de presentar un cargo ante una agencia administrativa, como la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo (“EEOC”). En su lugar, el empleado o solicitante puede presentar inmediatamente una demanda en la corte. Además, las reclamaciones en virtud de la Seccion 1981 proporcionan daños y perjuicios diferentes a las reclamaciones en virtud del Título VII.
Las protecciones bajo las leyes federales, estatales y locales se extienden a todos los aspectos del empleo para empleados y solicitantes, incluyendo contratación, pago, capacitación, promoción, asignaciones de trabajo, disciplina, y despido. Las reclamaciones de discriminación racial pueden probarse sobre la base de pruebas directas o circunstanciales. Algunos ejemplos de evidencia directa incluyen la observación de un gerente de que el empleado está siendo despedido “porque usted es hispano” o el comentario de un entrevistador de que la compañía “no contratará a ningún candidato afroamericano.”
La mayoría de los casos se prueban a través del análisis de pruebas circunstanciales, lo que significa que un empleador trata a empleados o solicitantes de otras razas de manera más favorable que los empleados o solicitantes de una raza específica, por ejemplo, afroamericanos. Un empleador puede enfrentar una reclamación por discriminación racial si despide a un vendedor afroamericano por no cumplir con su cuota de ventas, pero no despide a empleados no afroamericanos que tampoco cumplieron con su cuota de ventas. Del mismo modo, la inclusión de empleados hispanos en una Reducción en la Fuerza (“RIF”) mientras que los empleados no hispanos no están incluidos en la RIF podría apoyar una reclamación de discriminación racial. En última instancia, la existencia de motivos jurídicos para apoyar una reclamación por discriminación racial depende de los hechos de cada caso concreto.
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